¿Por qué construcción con tierra?

A diario escucho la radio, leo los periódicos y veo los informativos de la televisión y es raro que un solo día la vivienda no ocupe un lugar privilegiado en estos medios. Desahucios, demoliciones, deflación de la vivienda, créditos hipotecarios…

Todos debemos ser conscientes de la necesidad que tienen muchos ciudadanos en España, de contar con una vivienda lo suficientemente digna, y con un precio acorde con sus posibilidades económicas.

Pero, poco a poco, en esas noticias sobre vivienda, se van introduciendo otros ingredientes informativos que ponen de manifiesto aspectos como la calidad en la edificación o la compatibilidad de la vivienda y el medio ambiente.

El concepto de vivienda bioclimática o ecológica está cada vez más en boca de todos. Ahora es más frecuente que los ciudadanos en general y las administraciones en particular, especialmente en una situación de crisis económica como la actual, nos preocupemos por ahorrar energía, por recuperar recursos naturales y, en definitiva, por demostrar un mayor respeto por el medio que nos rodea.

El diseño de las viviendas con orientaciones que permitan mayor confort para sus habitantes, la compatibilización de las áreas edificadas con zonas verdes, o la utilización de materiales como la tierra para la construcción de viviendas, está haciendo posible que nuestro país se equipare con una Europa que lleva utilizando estas técnicas desde hace más de cuarenta años, y de la que todavía nos queda mucho por aprender.

Se abre ante nosotros un nuevo abanico de posibilidades en materia de edificación que debemos estudiar, potenciar y comprender para que podamos sentirnos orgullosos de estar a la vanguardia de la innovación en la construcción, al tiempo que dejamos este mundo en mejores condiciones de como lo encontramos para que lo puedan disfrutar las generaciones venideras.

A nivel mundial, la problemática de la vivienda, impulsada por el crecimiento industrial y demográfico de una población en constante expansión, así como factores medioambientales (la construcción consume entre un 50 % y un 80 % de la energía total, genera entre un 30 % y un 50 % del total de la basura y provoca el 50 % de las emisiones nocivas a la atmósfera), económicos (el sistema global de la economía actual se encuentra sumido en una profunda depresión) y sociales (la imposibilidad de acceder a una vivienda digna para muchas familias, en lo que se denominan “tercer” y “cuarto” mundos), conducen al planteamiento de alternativas y soluciones para todos estos problemas.

Una de las soluciones o alternativas posibles para todo esto, podría ser la vuelta la construcción con tierra, ya que es un material de muy bajo coste y totalmente reutilizable y reciclable. Además de esto, ofrece otra serie de ventajas como es el ahorro energético en la climatización del edificio a lo largo de toda su vida útil.

Las técnicas requeridas para la extracción de la tierra suelen ser simples. Debido a que al edificar, normalmente de realizan excavaciones para construir los cimientos y ubicar las instalaciones sanitarias, una parte importante de la materia extraída puede ser transformada en material de construcción. Incluso, si por algún motivo no se pudiera utilizar este material o fuese insuficiente, se habrá de traer de otros lugares, y en estos casos, se podrá traer de un lugar cercano, lo que resulta una opción más económica que otros materiales de construcción.

Algunas de las ventajas que se presentan al construir con este material son las siguientes:

· Como se ha dicho anteriormente, es fácil de obtener, ya que prácticamente cualquier tierra es apta para construir y simplemente habría que adaptar la técnica utilizada para cada tierra. También se pueden hacer mezclas con otro material cercano o con algún aglomerante como la cal o fibras naturales.

· Es reciclable siempre que en la construcción anterior no se mezclara la tierra con algún producto industrializado, por lo que sería posible integrar totalmente el material en el suelo una vez se decidiera deconstruir el edificio.

· Supone un gasto energético muy reducido, ya que no requiere transporte de materiales o una cocción del producto. Es por ello que se considera un material de muy baja energía incorporada.

· Su extracción es limpia y respetuosa, ya que se puede obtener del propio emplazamiento, evitando el aumento del impacto ambiental del que ya supone realizar la propia construcción. Esto es debido a que no lleva asociados problemas como la deforestación o la minería extractiva que implican otros materiales constructivos.

· La tierra como tal es un material inocuo, no contiene ninguna sustancia tóxica, siempre que provenga de un suelo que no haya padecido contaminación.

· Posee excelentes propiedades térmicas, la tierra tiene una gran capacidad de almacenar el calor y cederlo posteriormente (cualidad conocida como inercia térmica) Así, permite atenuar los cambios de temperatura externos, creando un ambiente interior agradable. Sobretodo resulta adecuada en climas áridos con oscilaciones extremas de temperatura entre el día y la noche pero, si se incluye un aislamiento adecuado, también es idónea en climas más fríos.

· Además de aislamiento térmico, también posee propiedades de aislamiento acústico. Los muros de tierra transmiten mal las vibraciones sonoras, de modo que se convierten en una eficaz barrera contra los ruidos indeseados.

· La tierra es un material inerte que no se incendia, pudre, o recibe ataques de insectos, porque se evita el uso de la capa superior de suelo con mayor cantidad de materia orgánica.

· Es un material por naturaleza transpirable, los muros de tierra permiten la regulación natural de la humedad del interior de la casa, de modo que se evitan las condensaciones, reduciendo la posibilidad de aparición de humedades.

· Económicamente asequible, es un recurso barato (o prácticamente gratuito) que a menudo ya se encuentra en el lugar donde se levantará la casa.

Pero a pesar de todo lo que hemos visto, no se un material ideal siempre. Algunas de sus desventajas pueden ser las necesidades de mano de obra y tiempo para la construcción mucho mayores que con otros materiales, lo que, a pesar de ser un material muy barato (o gratis) puede resultar finalmente el edificio ligeramente superior en coste total. Otras desventajas que tiene es el mantenimiento anual que se debe realizar para su correcta conservación, la necesidad de una buena distribución de las cargas si existen varios niveles (no se recomienda pasar de 2), o sus limitaciones a la hora de aplicarla en entornos urbanos y densificados ya que necesitan una mayor superficie para la construcción.

Actualmente, en países industrializados, se empieza a introducir esta construcción alternativa con tierra en la construcción convencional: en Alemania, algunos fabricantes han empezado a producir materiales de construcción basados en la tierra sin cocer, como ladrillos aligerados con paja o corcho, o paneles de tierra con yute y cañizo para utilizar en interiores. Disfrutar de viviendas saludables y de bajo impacto ambiental debería ser una prioridad, y construir con tierra es una interesante posibilidad.

Espero que os halla resultado interesante este artículo y más adelante os pondré ejemplos de construcciones con tierra actuales en España y Europa.