Muchos piensan que la electrónica es incompatible con la agricultura y otros muchos, ni siquiera se han hecho esta pregunta nunca, pero no es para nada cierto. En realidad, en plena revolución tecnológica, la electrónica aún tiene muchos campos en los que aportar algo y uno, es la agricultura.
De unos años para esta parte, la electrónica, en general y los sistemas de adquisición de datos (DAQ) e instalación de sistemas automáticos se vienen instalando en invernaderos e industria agroalimentaria. En los primeros, controlando el clima, el riego, la iluminación, etc y en los segundos, toda la maquinaria e instrumentación al igual que en cualquier industria transformadora, manejando cintas transportadoras, brazos robóticos, envasadoras y etiquetadoras, paletizado, etc.
Sin embargo, quería aportar otros usos de los sistemas automáticos a la agricultura. Hoy ya se conocen los automatismos de riego, por horarios y sectores, además de a la agricultura, a la jardinería, campos de golf y otros usos recreativos. Junto a los riegos, se pueden aportar abonos disueltos en el agua conocido como fertirrigación (tanto abonos cristalinos, solubles y líquidos), pero... ¿se podrían instalar sistemas de aplicación de fitosanitarios? La respuesta es sencilla, SI. Es evidente que tiene limitaciones, pero todo depende del sistema de regadío instalado y el cultivo en que se deseé aplicar.Un ejemplo de esto es la aplicación SynDrip desarrollado por Syngenta, fabricante multinacional de fitosanitarios, para la utilización en cítricos.
Otra aplicación para sistemas automáticos muy interesante y sencillo sería un sistema de seguridad. Una vez que tenemos la instalación automática en la explotación, por muy poco incremento (tan solo unos euros) se podría instalar un sistema de detección de presencia con forma antropomórfica, para evitar las falsas alarmas con la fauna local, o la activación de repelentes animales para evitar su entrada en la finca y causar daños. Conjuntamente, con la instalación de webcams el usuario podrá obtener las imágenes en tiempo real en cualquier dispositivo electrónico, desde el ordenador de casa, smartfone o tableta y decidir que medida tomar.
Al aplicar fitosanitarios de manera automática no necesitamos un tractor ni un peón que realice la función, optimizamos las dosis de aplicación tanto de curativas como de abonos, incluso obtendríamos una señal si algunos de los componentes no funcionan correctamente o se ha producido una rotura, por ejemplo, en un depósito, lo que podría repararlo más rápidamente y evitar las posibles pérdidas que pudiera ocasionar. Por todo esto, vemos que al optimizar los recursos, hacemos de nuestra explotación más eficiente, reduciendo gastos de explotación y haciendo la producción más rentable.
A esto hay que añadir otra de las ventajas que ofrece la electrónica en nuestras vidas que es facilitarnos el día a día. Todas las aplicaciones de electrónica en las que yo me he basado para la realización de esta entrada es instalable en aplicaciones móvil, lo que permite gestionar las explotaciones (e incluso parques y jardines) desde cualquier sitio, haciendo más fácil la vida de los trabajadores y agricultores, ya que no necesitan ir a diario a sus explotaciones si solo tienen que ir a dar la llave de riego u abono y cerrarla, ahorrando tiempo y dinero, pudiendo dedicar este tiempo a otras cuestiones.
