jueves, 10 de noviembre de 2011

Cuanto cuesta mi jardín

Todo el mundo sabe (o puede imaginarse) el valor, o cómo se determina, de un frutal o una cepa y sabrá que se determinará en función de su producción, del tamaño, la variedad... pero, ¿sabríamos decir cuánto cuesta esa palmera que tengo en mi jardín que tanto me gusta o ese árbol del parque donde juego con mi hijos que me da una sombra tan maravillosa? Sobre todo, cuando aquellos beneficios que puede ser para unos, puede ser un inconveniente para otros (produce una sombra maravillosa y me evita un cáncer de piel, vs la sombra me molesta y no puedo tumbarme al sol).
 
En esta ocasión vamos a hablar de la Norma Granada: hablar de esta Norma es hablar de un procedimiento ya clásico de valoración de árboles y arbustos ornamentales.
 
Esta Norma o metodología nos permite saber el valor económico de un único individuo vegetal en el mercado cuando es insustituible. ¿Que quiere decir esto? Pues que no hay otro como él, y por tanto, no sabemos cuanto cuesta en el mercado otro similar.
 
-Tú tienes un olivo en tu jardín y yo he visto otro en una rotonda el otro día, valdrán parecido.
-¿Seguro?
 
Hay que tener en cuenta muchos factores y según esos factores puede que valgan lo mismo o no. Hay que procurar ser lo mas objetivo posible y aunque cada tasador pueda aplicar su propio leal saber o entender y refrendarse en la Norma Granada puede ser una gran forma de defender lo dicho. De todas formas es muy difícil ser muy preciso, ya que hay factores que salen de nuestro conocimiento y que afectarán al valor real como pueden ser:
  • La demanda real de aquel "producto", el árbol.
  • Los gastos de producción, entendidos como aquello que deberemos gastar para conseguir un ejemplar igual al que tasamos.
  • Los precios de venta del mercado, incluidos los márgenes comerciales aplicados general o excepcionalmente (coyunturas del mercado en el momento de tasar el árbol).
  • La calidad como una medida relativa del precio de las cosas.
  • El uso que se hace de los árboles y los espacios que tasamos.
  • La localización y los gastos de transporte si es necesario desde el vivero productor, que puede estar incluso en otros continentes.
  • La funcionalidad y los valores artísticos del ejemplar, los catálogos de árboles, las reglamentaciones locales, comarcales o nacionales.
  • La escasez o rareza del árbol, entendida como una dificultad para encontrar un posible substituto.
  • El clima y condiciones especiales de cultivo.
  • La transplantabilidad. No todos sobreviven al ser transplantados.
Y estos aspectos pueden verse alterados por tendencias externas y por los beneficios / perjuicios que causan (su poda se usa como leña vs las flores atraen a insectos)
 
Según la Norma Granada, el valor final de tasación de los árboles ornamentales se determina según un valor básico y su estado sanitario, es decir, si está libre o no de plagas o enfermedades. Luego, todo esto se multiplica por un coeficiente que se obtiene por unas tablas que según unos factores intrínsecos (vida útil) y otros extrínsecos que se valoran de 0 a 2,5.
 
Vt = (Vb + Els)(1 + Eli + Ele)
Donde:
Vt = valor final
Vb = valor básico
Els = estado sanitario
Eli = factores intrínsecos
Ele = factores extrínsecos
 
El valor básico (Vb) se obtiene de multiplicar el valor característico de ese árbol en vivero en un tamaño comercializado por un factor multiplicador definida por la curva de Richard tabulada en la propia Norma.
 
Para llegar a lo que hemos visto, ha sido gracias al fruto del trabajo y estudio de diversos especialistas en valoración y arboricultura, auspiciado por la Asociación Española de Parques y Jardines Públicos y editada en 1990, y una primera revisión publicada en 1999 que han aportado un nuevo concepto en la valoración de árboles ornamentales. La Norma Granada no es de uso exclusivo en el estado Español, sino que puede y debería servir como referente en otros países. Ofrece, un nuevo método como novedad mundial para el cálculo de los daños parciales a las raíces y al tronco de los árboles, además de una propuesta para la valoración de palmeras, desconocida hasta hoy.
 
Queda pendiente para futuras revisiones el estudio de la valoración global de parques y jardines y muy especialmente, encontrar un sistema que nos permita conocer mediante la aplicación de una fórmula, cuando un árbol adulto está en fase de senectud, aunque la aportación de los nuevos sistemas correctores ha solucionado largamente el problema que aparecía en la primera edición y nos permite pensar en una muy larga vida de esta segunda revisión.

1 comentario:

  1. Todas las entradas que has realizado en el blog son super interesantes..puesto que explican de una manera clara y sencilla que es un ingeniero agrónomo y como fue el comienzo de una máquina que para nosotros, a día de hoy, es lo más normal del mundo.
    Me gustaría felicitarte por tus entradas pero en especial por estas 2 últimas ya que muchos no nos damos cuenta al comprar una maceta que hya mucho trabajo detrás de ella; y por la última estrada que has publicado..porque la tierra vale para muchas cosas y entre ellas para crear ocio y una verdadera joya!

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